Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (Hech 5,29-31) – También el «sucesor de Pedro» es un ser humano (Hech 10,25-26).
Un pastor a la imagen del Buen Pastor, es un guía y no un soberano. Lo que Pedro aconseja a los ancianos es eso: «Apacientan la grey de Dios que está a vuestro cuidado no con autoritarismo, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto» (1Pe 5,1-3)
Los apóstoles han aprendido de Jesús que había venido para servir y no para ser servido.
En su Iglesia no cabe dominio alguno, sino servicio, cada uno y cada una de acuerdo a sus carismas (Mc 10,42-45; Mt 23,8-12. 20, 25-28; Lc 22,24-27).
Toda autoridad viene de Dios. En vano simularla con signos exteriores o títulos altisonantes (Mt 23,25-28; Mc 12,38-40; Lc 20,46-47); sería puro fariseísmo.
Nadie se haga pasar por dueño de nuestra fe (2Cor 1,24). Todos y todas tienen el derecho de examinar todo y de atenerse a lo que en conciencia consideren bueno, auténtico (1Tes 5,21), pues, “donde hay Espíritu de Dios, ahí hay libertad.”
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